Llevamos ya al menos cinco años con el rollo de las azoteas verdes en cada conversación pro ambiental en la que participamos; entre ciclopistas, vialidades emisiones cero y demás imposiciones pro oxígeno ya hasta llenar el espejo de vaho nos da cierto remordimiento.
Y sin embargo, el pulmón que existe desde tiempo atrás en la ciudad sufre de lenta pero aguda agonía. Me refiero a camellones y jardineras.
Los grandes parques y bosques siempre tienen un mantenimiento medianamente cuidado, como la Magdalena Mixhuca, Chapultepec, Desierto de los Leones, Parque Hundido, Alameda de Sur, etc... y son importantes en tanto que la concentración de árboles es mucha.
Pero qué pasa por ejemplo con esos camellones enormes o parques chiquitos que tienen árboles que pasan de los 50 años, unos troncos pelones, pero llenos de follaje arriba, que tapan la luz y evitan que crezca el pasto.
Son muchísimos los camellones con árboles dañados, viejos, plagados que sobreviven en una tierra tan compacta que bien podría ser cemento, donde ya no crecen ni las malas intenciones.
Pese a nuestra verde modernidad, el mantenimiento de parques y jardines sigue dependiendo de las delegaciones, con una partida presupuestal más bien reducida y a cargo de trabajadores que, siempre a horas de tráfico, cortan ramas, riegan (a veces al mismo tiempo que llueve) y plantan Nochebuenas en diciembre, con la misma cobertura de plástico negra con que se los dieron.
El tratamiento de las áreas verdes no se ha modificado en lo más mínimo y apostaría que sumando todos los árboles tristemente abandonados en banquetas, camellones, retornos, bajopuentes, sumaríamos varias hectáreas.
La foto que anexo es de la Condesa, zona consentida por los ecologistas preocupados (incluyendo autoridades). Es el camellón de Alfonso Reyes, hermoso, muy socorrido para pasear, caminar a la mascota o sentarse al sol. Pues no hay pasto por ningún lado, es tierra compacta perfectamente enrejada.
Con el mismo argumento que nos venden las azoteas verdes yo reclamaría:
¡Autoridades! No importa qué tan pequeño sea el espacio, todo es bueno, el chiste es que se siembre, que se generen espacios verdes que ayuden a absorber el carbono del ambiente.
¡Ya rescaten las áreas verdes carajo!
¡Ya rescaten las áreas verdes carajo!
Y antes de escuchar la respuesta, llena de pretextos, agregaría: Por nosotros, los vecinos, ni se preocupen. Pueden involucrarlos en el mantenimiento, y claro que le entramos.
ANEXO:
Encontré este video, tarda en cargar, pero vale muchísimo la pena. El guión es excelente, sencillo y directo. No se lo pierdan
La isla de las Flores
Bastante cierto, hay muchos aspectos por mejorar en nuestra cultura para disfrutar de las zonas verdes. Pero no es una cuestión unilateral. Al contrario, si nosotros no vemos acciones por parte de los que supuestamente trabajan al servicio del pueblo entonces vamos a generarlas.
ResponderEliminarExisten movimientos como guerrilla gardening que se dedican justamente a eso, invadir lugares desiertos en la ciudad como las jardineras y plantar especies que mejoren la calidad de aire, estética o demás propuestas ecológicas.
Si realmente queremos una ciudad más verde y menos podrida sugiero tomar acción:
1. Ubiquemos una jardinera la cual requiera mantenimiento o plantas.
2. Tomemos un tiempo en nuestra saturada agenda para informarnos sobre las especies nativas de nuestra zona.
3. Plantemos esas especies en las jardineras, es para un bienestar común.
4. Demos mantenimiento aunque otros no lo hagan, de nuevo, es un bienestar común.
O mejor aún, hagamos nuestras áreas verdes, seleccionemos el lugar y elijamos si queremos un lugar que genere alimento o sólo ornamental.
En nuestra imaginación hay diversas opciones (obviamente no todas serán las ideales) pero está en nosotros si seguimos esperando que alguien responda a nuestros pulmones o creamos acciones a favor de nuestra gente.
De acuerdo contigo!!!
ResponderEliminarSé al menos dos casos, los maestros de la escuela TAE han armado un programa de adopción y rescate de árboles
En su momento Arne Aus den Ruthen, ex delegado en Miguel Hidalgo, convocó a gente de residencias a que sus jardineros rescataran camellones y hasta concursos hacía.
Dónde podemos saber más de guerrilla gardening?
Pues tienen su propia página y el movimiento aún es muy pequeño en nuestra ciudad. Seguro si le googleas encontrarás bastante información.
ResponderEliminarPor mi parte me uno al granito de arena, estoy dando toda la información de forma accesible para que la gente se informe de cómo hacer su huerto en la ciudad. Agradecería mucho que te des una vuelta por mis blogs y me des tus comentarios.
Te mando un saludo y que gusto saber de más movimientos verdes en la ciudad.