En principio deseo otorgar el beneficio de la duda a este movimiento que es aparentemente auténtico y que nació de una casualidad, sobre todo, en el que los jóvenes nos están poniendo el ejemplo de valentía
para defender su postura y que creo va a ser algo que cambie a
México. Cuando los vi deseaba estar con ellos y felicitarlos.
A lo largo de mi vida he visto de todo: ciudadanos valientes, auténticos, comprometidos.
Lo malo es cuando empiezan los interéses y protagonismos o peor aún, que los que desean aprovecharse de esto sean los políticos.
En la marcha (miércoles 23 de mayo ) ya no me gusto el asunto.
Vi personajes que no tenían nada que hacer ahí, además, de que por su edad conocemos de donde provienen a quienes representan y qué quieren cambiar el sentido de este movimiento.
Les pido a los muchachos de la Ibero y a todos los universitarios de buenas fe, que se cuiden de este tipo de personas, no dejen que se contamine su movimiento.
Armando Andrade
Vecino de Tecamachalco-Huixquilucan
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