martes, 20 de octubre de 2009

El apagón


Cada vez que llovía fuerte, soplaba el viento o había fiesta de pueblo cerca, se iba la luz en casa. Es más, hace poco, en una de las raras tormentas de principios de octubre, un rayo cayó cerca y bastó para fastidiar la televisión de un vecino y todo el sistema de interfon.


Poco sé de ingeniería, física o electricidad, de hecho creo que todo lo que sé lo aprendí en el Museo de CFE, en Chapultepec. Ahi entendí que hay un sistema de alerta que cuando hay una descarga, para evitar cortos o incendios, se "baja el switch" y nos quedamos sin luz casi como protección.


Pero no se explicaba por qué en tierras de LyFC se oían tronidos como de bomba nuclear previo a cada apagón. Total que uno paga y paga luz, cada vez más, y nadie explica qué está pasando. No ahondo en lo que era Luz yFuerza, de eso, todos tenemos una triste historia qué contar.


Ahora hay apagones, al menos uno diario, desde que el Presidente decretó la desaparición de la compañía de luz y ahora sí entiendo bien la razón. Explican que los trabajadores están cortando esos cables escondidos que sólo ellos conocen, en CFE se dan de topes por falta de personal y por entrarle al toro sin conocer el corral.


Como sea hay algo que me llama mucho la atención: todos estamos aguantando los apagones con estóica paciencia, entendiendo que es parte del proceso y seguros de que todo será mejor que Luz y Fuerza. ¿o no?


He visto protestas vecinales, que fueron apenas los primeros días, pero nada más. Escucho gente que da por hecho que tenía que pasar, que tiene que haber apagones y que ya pasarán.


Yo sólo alerto: ¿cuánto tiempo la gente tendrá paciencia?


Porque si la idea es esperar a liquidar a todos, para luego ver a cuáles recontratar y de ahí operar y mejorar operación, será una espera laaarga como la cuaresma.



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