Empieza la carrera al 2012.
Ya cualquier declaración, hecho, dicho, tache tiene que ver con las intenciones presidenciales o no de tal o cual sujeto político.
Es un hecho más o menos normal a 18 meses de la sucesión, pero en esa carrera los aspirantes a candidatos deberán sortear un nuevo e impredecible obstáculo: las redes sociales.
Los políticos se han metido a título personal a manejar sus cuentas de twitter y facebook y han tenido que sortear un fenómeno que no conocían: la viva voz.
La gente dice en redes sociales lo que piensa y no existe el tamiz del periódico ni la mediación del conductor de televisión. Los ciudadanos que defienden una postura se encuentran y se fortalecen. Los que están en desacuerdo con algo se organizan y manifiestan. Frente a esto, los políticos simplemente no han sabido qué hacer.
Y se ofende el secretario del Trabajo porque no entendieron la cifra de empleos que él tuiteó mal.
Y se defiende el jefe de prensa del GDF por insultar cuando no sabía que todos leerían lo divertido que le resultó "la putiza a Lajous" -crítico de las obras en el Poniente-.
Y se sorprenden en Edomex porque clonan la cuenta de la primera dama Angélica Rivera y ponen en su boca palabras ofensivas.
Y calla el gobernador de Chihuahua con las marchas diarias que vía twitter se arman para exigir se esclarezca el homicidio de Maricela
Y monta en cólera el gobierno capitalino porque los vecinos se organizan también por twitter en contra de la supervía.
La reacción inicial por todos lados parece ser la intolerancia. La estación del Metrobús es un ejemplo, las obras de la Supervía Poniente otro. La respuesta fue la misma: granaderos.
¿En qué momento el Gobierno de la Ciudad perdió su capacidad de diálogo? Cuando la gente se lo exigió en un diálogo de tú a tú.
Escuchaba hoy en radio a un vecino que está de acuerdo con la construcción de la Supervía. El conductor le preguntaba "¿usted cree que hay razones políticas detrás de los que están en contra?" y el vecino decía "pues yo creo que sí".
Pero claro que las hay, si esa es nuestra naturaleza. Aristóteles ya se había dado cuenta...
el ser humano, a diferencia de los animales, posee la capacidad natural de relacionarse políticamente, o sea crear sociedades y organizar la vida en ciudades. Lo que vemos ahora, nada más, es una forma nueva de crear sociedades y organizarse.
Pero esa "entrevista" deja ver aún más fallas. El conductor utiliza a un vecino que lo único que quiere es una vialidad para agilizar su transitar diario, como fuente de información política. Las redes sociales están enredando a todo el mundo.
Los políticos todos deberán asumir que las redes son una nueva plataforma de comunicación, y que ésta merece el mismo respeto que cualquier otra. No pueden, si son personas públicas, hablar por hablar. Deberán dejar a un equipo de comunicación la tarea de C O M U N I C A R.
Un texto muy bueno en el blog Neumattic señala, hablando del impacto de las redes sociales durante 2010: La web finalmente se hizo social, y los medios, las instituciones y las empresas no tuvieron más remedio que dejarse ayudar para comenzar a cambiar. De ahí el surgimiento de nuevos puestos de trabajo en las áreas de comunicación social, los administradores de redes. Y esto no es una moda.
Será interesante ver cómo utilizaran los precandidatos twitter y facebook durante sus campañas, pero aún hay tiempo porque, como dicen los clásicos, esto apenas empieza.
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