La bici, un reto intelectual

Viene ya el segundo rally ciclista que organiza el Fondo de Cultura Económica.
Me tocó participar en la organización del primero y más que una carrera contra el tiempo resultó una convivencia divertida, llena de enigmas, claves y pistas por resolver. Al final, cuando los primeros tres lugares habían llegado a la meta, los concursantes pedían que se alargara hasta que el último completara todas las pistas, porque el objetivo es ese, divertirse.

El pretexto es el Día Mundial del Libro y aunque ligar la lectura con la actividad de andar en dos ruedas resulta rarísimo, es un evento rico en convivencia, en conocimiento y en esparcimiento.

Este año la ruta será en domingo, el próximo 10 de abril, y saldrá de la librería Juan José Arreola, en el Eje Central, y terminará en la Rosario Castellanos, en Tamaulipas y Benjamín Hill. Habrá que ir, durante el trayecto, buscando pistas y lugares clave que sólo se lograrán si se tiene un mínimo conocimiento de historia y literatura.

Consulta las bases aquí, de verdad se pondrá divertido!!!

Seré ilegal

Yo vivo sobre una avenida, claro, muy transitada.

La entrada al cajón de estacionamiento que me fue asignado en el edificio corresponde a dos departamentos, el mío y otro que está vacío, es decir, lo uso sólo yo.

Justo afuera del portón hay un registro de luz, y la tapa, de concreto, se rompió.

Ahora salir y entrar al cajón de estacionamiento se ha vuelto una pesadilla, porque debo hacer malabares para librar el hoyanco en la banqueta y eso implica parar autos de un carril y medio de la avenida. Claro, estoy coleccionando mentadas de madre como si fueran canjeables por obsequios.

Acto seguido pregunté en la delegación, la de Coyoacán, qué puerta tocaba para que repararan esa tapa de registro, pues está en área pública.

- "Páseme los datos y vemos"
- ... expliqué el problema
- "Peeeero, es un registro de luz?"
- ... no estoy segura, no sé de esas cosas
- "Ah pues paso el reporte a Obras pero eso sí le digo, si es de luz no podemos hacer nada"

Eso fue hace 10 días y claro, nada ha sucedido.

Ahora tendría que ir a la CFE para exigirles que reparen la tapa del registro... y no he ido porque ya me imagino la respuesta:

- Pero nosotros no tenemos equipo para reparar eso
- Lo informaermos a la delegación y le avisamos
- Vaya usted a la delegación

Y todo se vovlerá un círculo vicioso.

Entonces le llamé a un albañil. Reconstruir el marco metálico, colar la mezcla, le tomará un día. Mañana a mediodía quedará reparado. Y me costará 1,200 pesos.

Será dinero casi tirado a la basura porque estoy reparando la vía pública, tendremos que escondernos para cambiar una tapa por otra y que nadie se de cuenta, porque si no, la policía es capaz de multarnos por ataque a las vías de comunicación.

Es decir, como en muchos otros casos, ser ilegal será más caro, pero más rápido y efectivo.

Considerando el riesgo que corren no sólo las llantas de mi auto, sino la carrocería, la inutilidad del estacionamiento porque nadie acepta meterse ahi por miedo a caer en el hoyo, y la tensión de entrar y salir con todos los automovilistas tocando el claxon y echándose encima para bloquear cualquier maniobra de salida, aceptar la propuesta del albañil parece ser la única opción viable.

Seré ilegal. Creo que voy a pagar.

Preguntas sin respuesta

¿Cuál es la solución?
En cuatro años, revela una nota de El Universal, el robo en taxis subió 139%. Según Gamaliel Martínez, de la Procuraduría del DF, un factor que explica el crecimiento exponencial es la crisis económica.

De hecho se explica que ha habido operativos que lograron la detenciónde 275 sujetos, que además, el asalto en taxi representa 0.95% de los delitos de fuero común.

Pero, y ya analizado el fenómeno, ¿cuál es la solución?

¿Entonces para qué lo hicieron?
En el último boletín de Ciudadanos En Red, Armando Quintero, secretario de Transporte y Vialidad, reconoce: “debido a la creciente demanda de usuarios, el servicio que brinda la Línea 1 del Metrobús, que opera sobre avenida Insurgentes, podría colapsarse en el futuro”.

El funcionario señaló que a pesar de que este corredor, construido durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador, ya se consolidó, “el servicio presenta una demanda exponencial creciente que hará que se colapse en un futuro mediano el servicio de autobuses”.

El titular de la Setravi añadió que después del 2018, las autoridades capitalinas tendrán que pensar en un proyecto de transporte de mayor capacidad, como un tranvía o un modelo de tren ligero.

¿A quién engañan?
La Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), en un decidido acto de autoridad, retiró de tiendas los llamados “productos milagro”, que por cierto tenían ya meses, si no es que años ofertándose.

Luego se dijo que incluso prohibirían los anuncios en radio y televisión. Pero esto ha resultado sólo una vuelta de tuerca. Ahora se han comenzado a ofrecer en el transporte público tratamientos y pomadas que curan cualquier tipo de dolor de “manera inmediata”; esto se observa diariamente en el transporte que circula por municipios como Ecatepec, Nezahualcóyotl y Coacalco, entre otros.

En un recorrido de por la línea B del Sistema de Transporte Colectivo (Metro) -documenta Metrópoli 2025-, se constató que diversos vendedores ambulantes ofrecen una serie de productos y pomadas, promocionando su rápida efectividad para quitar cualquier dolor en las articulaciones provocados por golpes, torceduras, e incluso, a causa de la artritis.

Vendedores de tianguis y mercados de la zona centro de Nezahualcóyotl ofertan medicamentos que dentro de sus cualidades promocionadas en su misma etiqueta, prometen curar enfermedades como cáncer, osteoporosis, depresión, artritis, y problemas de obesidad.

¿Pero por qué los anuncian?
Y como para curarse en salud, los artistas que han sido la cara de éstos en interminables anuncios televisivos, dicen que de ninguna manera los recomendarían a título personal.

Carmen Montejo, que anunció la pomada Green Marvel como la octava maravilla ante dolores articulares, dice a El Universal: “yo nunca lo compraría”.

Claudia Lizaldi dice en W Radio: “Cuando me invitan a hacer este infomercial a mí me emocionó mucho el tema del producto natural, cuando yo veo el producto final no es un producto que yo compraría para bajar de peso”.

El actor Luis Gimeno se defiende: “El actor no es el que tiene que resolver si acepta o no un anuncio”. Rocío Sánchez Azuara, que anuncia Prostamax, Cecilia Galiano y Carmen Salinas mejor ni contestaron.