martes, 15 de diciembre de 2009

Ya hay reelección ¿que no?


Hoy el presidente Calderón planteó que se deje en libertad a las legislaturas de los estados y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y también establecer la elección consecutiva hasta por 12 años de alcaldes, ayuntamientos y jefes delegacionales, como en el caso de la ciudad de México.


Así los ediles o jefes delegacionales podrán aplicar planes de largo aliento y el ciudadano podrá premiar a quien gobierne bien pero "quien gobierne mal o mediocremente que se vaya".



Estoy totalmente de acuerdo, le voy a explicar por qué.



Hoy vivimos una reelección chafa que deriva en mala aplicación de los recursos, un agudo síndrome de Pilatos (toooodos se lavan las manos) y absurdos del tamaño de "Juanito".



Desde que nosotros, ciudadanos defeños, chilangos y demás, podemos elegir a nuestros gobernantes, el PRD domina al menos 12 de las delegaciones, el PAN amarra dos o tres. No ha habido alternancia, y ya nos está pegando.


Coyoacán muestra alto grado de corrupción, corren voces que afirman les piden hasta 100 mil pesos por no clausurar negocios, hay más antros y la gente lo asume como una inevitable realidad ¿por qué? porque parece que la delegación se hereda. El jefe delegacional en turno era empleado del anterior jefe delegacional.


Cuauhtémoc es una cuota. No sólo está gobernada por el mismo partido, sino por la misma fracción del mismo partido, y resulta ser la delegación con más giros comerciales, con la más numerosa población flotante y... ¿ha visto algo distinto en estos años?


Iztapalapa, además de ser la de mayor presupuesto, quiso acabar con esto, con ser una delegación heredada a la misma fracción del mismo partido. Claro fue un asunto que no resolvieron vecinos, sino el propio partido, y les salió tan pero tan mal, que una de los peores hechos de este año tiene un nombre: "Juanito".


Y sucede también del otro lado.


Miguel Hidalgo, panista de siempre, y aunque el delegado actual no es blanquiazul de hueso colorado, sí paga la descendencia. Esta semana que intentó presentar un esquema novedoso de plan de desarrollo, sus funcionarios no se dieron abasto atendiendo quejas que son heredadas de pasadas administraciones.


Benito Juárez. El crecimiento de viviendas, construcciones y edificios es alarmante, se ha comprobado la participación de funcionarios para otorgar los permisos con la mayor ligereza, se ha dudado incluso de los delegados, pero el problema sigue.


Y en cada caso los problemas son tan reales y graves, como real y cierta es la respuesta de los delegados: "eso fue en la adminsitración pasada, déjeme revisar el caso, eso ya no se va a permitir".


En años y años cubriendo la ciudad he escuchado a varios delegados llegar y sorprenderse de los niveles de corrupción, de cómo cuando llegan les llueven "ofertas" a cambio de favores, y los veo irse exactamente con las mismas mañas que ellos criticaron.


¿Qué ventaja, en este deprimente panorama, tiene la reelección? Los pocos pero buenos proyectos que algunos plantean, planes de crecimiento, programas de desarrollo, las buenas ideas, pues, podrían llegar a realizarse. Y las malas acciones tendrán que solucionarse, porque los responsables segurián aquí para dar la cara y responder.


Pero ojo, ¿quién va a decidir cuándo un candidato debe ser reelecto? ¿Qué pasará si, por ejemplo, el delegado en Venustiano Carranza es muy bueno pero su relación con su partido no lo es? ¿El partido lo dejará de lado aunque la gente quiera que siga? O justo al revés, al peor, el más descarado y corrupto de los delegados ¿lo apoyarán para reelegirlo?


Si el problema no está en la inciativa presidencial, está en la forma de operar de los partidos políticos y meterse a ordenar un partido es como pretender hacer eficiente un Ministerio Púbilco. Casi imposible.




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