miércoles, 12 de enero de 2011

Uf!

Recuerdo mucho una frase que un funcionario me comentó alguna vez: "la gente quiere todo, pero que no esté cerca de su casa".

Tratando de asumir, lamento decir que sin éxito, el punto de vista de las autoridades, no encuentro cómo aplicar esa frase y ver con buenos ojos lo que en materia de obras viales nos espera este año.

Pero no es sólo el caos que se nos viene, con las consecuentes afectaciones a nuestra vida diaria, porque aumentarán nuestros tiempos de traslado, habrá negocios cerrados, calles inaccesibles, escuelas difíciles de operar y demás...

No lo es tampoco el mensaje del GDF, que a ratos, como bien indicó en su polémico artículo Andrés Lajous, es contradictorio.

Es esta sensación permanente de que nos impongan decisiones y como respuesta nos den "atole con el dedo".

Miguel A. Vite, doctor en Sociología por la Universidad de Alicante, España, publicó un artículo en La Silla Rota analizando justo esta sensación.

Explica: "Cuando los funcionarios gubernamentales realizan sus proyectos de gobierno, y generan oposición social, utilizan la llamada negociación. Pero, en el contexto mexicano, la negociación tiene una significación particular: concesiones para los afectados, lo que permite acabar con el conflicto social creado por las acciones unilaterales de la misma autoridad."

Esto claro, es un parche al impacto social negativo que tienen las imposiciones de las obras de gobierno, no una solución.

En otro párrafo agrega: "Los vecinos sin protecciones gubernamentales, que en México se hacen a través de vínculos de complicidad, no son tratados como ciudadanos sino como clientelas que deben de aceptar concesiones. Y si no las aceptan se recurre a la represión cuya finalidad es destruir los débiles lazos de solidaridad".

Uf!


Anexo 1
¿Se acuerdan con qué cariño los escogieron y adornaron?


Abandonados en un callejón.


Anexo 2
Mejor alimentación en las escuelas


Entraron en vigor los nuevos lineamientos nutricionales que establecieron SEP y Salud para escuelas primarias y secundarias. El cambio de alimentos en escuelas será paulatino, en tres etapas, la primera de enero a agosto de 2011, la segunda en el periodo escolar que sigue, es decir, de septiembre de 2011 a agosto de 2012, y el último, de septiembre de 2012 a agosto de 2013.

En la primera etapa los lineamientos están enfocados al contenido energético (calorías) que se da en cada porción, así como el porcentaje de energía proveniente de la grasa en productos como galletas, cacahuates, etc...

Bimbo, que maneja un sitio sobre alimentación llamado Nutrinotas, que recomiendo mucho -pueden inscribirse al boletín-, publicó la siguiente tabla para calcular el contenido energético, que les comparto.
De repente se envidia la eficiencia de las grandes empresas. Bimbo ya sacó su línea MiEscuela, que son, en realidad los mismos productos pero en menores cantidades. Frutsi hizo lo mismo con pequeñas botellitas ensamblables, como Legos, para que los niños lo vean divertidos.

Pero yo insisto, nada como mejorar la oferta. Porque curiosamente en el asunto de la alimentación, la clave está en ser proactivos. Antes de que el chamaco pida chicharrones hay que ofrecerle pepino con chile, y ¡listo!

1 comentario:

  1. El problema con las concesiones y con la comida chatarra, es el mismo: namás nos hacemos mensos. Sabemos que las obras esas que están haciendo afectarán mucho a muchos y servirán a no tantos, además de que probablemente su construcción esté llena de irregularidades y abusos (como ya es claro en muchos casos). Y en la comida, de qué sirven las lineas "escolares"? el niño (o niña) igual puede ir y comprar 10 mini bolsitas de picapapas o de mini frutsis, ¿no? Pensar que Bimbo es bien buena onda por interesarse en la salud alimentaria es ingenuo.
    Efectivamente, lo ideal sería no solo que se le ofrezcan pepinos con chilito, sino que eso sea lo único que haya en la tiendita de la escuela. Pero en realidad a la mayoría, les da lo mismo.

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