Un debate, explica José Antonio Sosa Plata -especialista en imágen política-, no es la plataforma ideal para impulsar propuestas de campaña sino para marcar el quién es quién.
Ayer fue el debate de candidatos al estado de México y el balance parece ser más o menos unánime: dominó el ataque.
Sin embargo, me parece, la imagen de cada candidato no se modificó radicalmente a partir del encuentro, Encinas sigue siendo el más articulado, pero el mismo perredista, hasta bravucón; Bravo Mena el más serio e incluso enojado y Eruviel el oficial, el típico político impulsado más por una maquinaria partidaria bien aceitada.
Es decir, no parece haber sido un debate que, en lo sustancial, modificara las preferencias de voto. Las encuestas ya podrán encargarse de desmentirme.
Pero el mal sabor de boca me lo deja otro factor. Los políticos, por más modernos que quieren ser, por más renovadores que quieren lucir, siguen siendo iguales. Eruviel Ávila, del PRI; Alejandro Encinas, del PRD y Luis Felipe Bravo Mena, del PAN, mostraron una imagen bastante acartonada, forzada.
Vea usted la foto tomada de El Universal, el sentado de cada uno y dónde colocan las manos, sus actitudes son falsas, sus trajes oscuros y sus corbatas ya dan flojera, siempre son roja, azul y de razgos amarillos, de acuerdo al partido. Creen que van a dar un discurso de campaña y no es así, perdieron la oportunidad de mostrar no sólo lo que representan, sino su personalidad y fortaleza.
Perdieron la valiosísima oportunidad de conseguir votos.
Estos no son personajes que llamen a votar a los jóvenes, que invite a participar al cada vez mayor número de personas que han perdido toda confianza en la estructura electoral.
Todos lamentamos que en los últimos años se esté perdiendo el voto joven, que los candidatos ganadores no estén respaldados ni por la mitad de los votantes, pero cuando menos anoche, no hicieron nada al respecto.
El padrón electoral del Estado de México es de poco más de 10 millones de personas, el cálculo de los optimistas es que vote el 45%, si se pretende hablar de una jornada cívica exitosa, es decir, 4.5 millones. De esos posiblemente el 52% votará por el triunfador, un promedio de 2.3 millones de votantes. Esto, siendo muy conservador.
Según el último censo, el territorio mexiquense es el más poblado del país, con 15 millones, 174 mil 272 habitantes.
Al final del día, de nuevo, habrá un gobernador que no representa los intereses de la mayoría, que no se identificará con la gente, que no tendrá un apoyo real sino ficticio y que trabajará bajo una estructura irreal de gobierno, como ha sucedido en el Estado tantas, tantas veces.
Y para muestra...
Dice hoy Eruviel Avila a través de su twitter: "Me siento satisfecho de mi participación y de las propuestas que formulé a los mexiquenses. Seguiré siendo el candidato de las propuestas".
Anoche, recién terminado el debate, Luis Felipe Bravo Mena tuiteó: "Gracias a todos!! Seguiré dando muestra de congruencia y honestidad! Limpiemos el Estado de México! Buenas noches amig@s!"
Y don Alejandro Encinas aún no se pronuncia
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