miércoles, 16 de septiembre de 2009

¡Qué bonito es el Centro!

Barrio mudó sus oficinas al centro de la ciudad. Ahora estamos en el último piso del edificio donde está Foto Regis: es el edificio Beaumont, construido en 1948. La entrada está en Balderas 32, es alta, de hierro, imponente. Al entrar hay cinco escalones, un buzón y un recibidor, todo de la misma época, semejante al estilo de las escaleras de Bellas Artes.

Estamos justo en la esquina, si usted pasa por Avenida Juárez y en la esquina de Balderas voltea hacia arriba, nos dará gusto saludarlo. Tenemos más luz de la que podemos consumir, ventanas por todos lados, estamos en un edificio con escaleras amplias, descansos en cada piso, grandes pasillos que ahora comunican a los más variados despachos: reflexología, contadores, abogados, la Lotería Nacional, taller de reparación de cámaras, y claro nosotros, la revista Barrio.

Es nuestro primer día aquí y todos pasamos horas en la ventana, la vista es sensacional. Del lado izquierdo está el monumento a la Revolución en todo su esplendor, la fuente de Reforma y Juárez, el edificio tradicional de la Lotería Nacional, el moderno edificio que alberga oficinas del Senado y la más reciente escultura que se ubica en este cruce y claro, la escultura del Caballito, de Sebastián.

De frente está el complejo de cines junto al metro Hidalgo, la iglesia de San Hipólito, la Plaza de la Solidaridad, Tlatelolco, el museo que alberga el mural de Diego Rivera, las tortas Robles…

A la izquierda la Alameda, Bellas Artes, las oficinas de Hacienda, y para donde usted voltee edificios coloniales, cúpulas de lo que alguna vez fueron iglesias, árboles, autos, y cielo, muchísimo cielo. Podríamos dar el pronóstico del clima con sólo ver al cielo.

No deja de maravillar e imponer estar en un edificio que debe tener hasta historias de fantasmas entre sus anécdotas. Los vecinos todos son amables, los conserjes de la recepción bastante desconfiados –y a lo mejor hacen bien- y el sistema de operación del edificio es singular. Hay dos elevadores, uno a la izquierda de la escalera y otro a la derecha, ambos con letreros, escritos a mano que dicen “Respeta el elevador, no tires basura, no escupas”. Uno funciona en las mañanas y otro por las tardes y nadie parece saber por qué.

Nuestra redacción conservó el piso original, de madera sólida, los castillos y los techos de aquella época, altos, amplios. También los ventanales. La oficina de la esquina es maravillosa porque el muro no termina en una “L”, es redondo.

Claro que antes que colocar las computadoras, instalamos la cafetera, en la redacción no hay divisiones, todos trabajamos en equipo y nos vemos unos a otros pero el piso es tan amplio y hay tantas ventanas que bien podríamos estar al aire libre y sentirnos igual.

Si un día usted se siente enclaustrado, enojada, frustrado, harta del tráfico, venga que podremos, con gusto, regalarle un pedacito de cielo.

2 comentarios:

  1. Hola Martha me encanta como describes cada uno de los rincones de ese nuevo espacio, ojalà y algùn pueda vistarlos para como tu dices poderme regalar "un pedacito de cielo", felicidades por Barrio por sus nuevas instalaciones y por el nuevo diseño web

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  2. yo quiero ir!!!

    a ver cuando me disparas un cafecito por ahi!

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