miércoles, 14 de julio de 2010

El círculo rojo

"¡Siquiera hágase para allá que ya me armó aquí un desmadre!", me gritó un policía de crucero porque quedé atorada en el carril central para dar una vuelta a la derecha... Yo no tenía para dónde moverme y la opción de cambiarme a la lateral me entorpecía mis planes de hacer una parada obligada a una cuadra.... si me movía me desviaba de mi ruta y a hora pico de la mañana, significaba mínimo 20 minutos más de trayecto.

"¿Cómo desmadre?", contesté ya con francas ganas de moelstar y para que cuidara su boquita el canijo. "¡Ya muevete Gaby!", me contestó. Hasta de terapia le serví, porque seguramente así se llama su novia.... Mi hija se doblaba de la risa, yo me desesperaba de estar estorbando y el otro me odiaba... había tensión.

No era avenida principal, no había círculo rojo, la crisis duró menos de medio minuto, y yo no era la única. Era el típico tráfico de un típico día a una típica hora de la mañana, con el típico nivel de tensión que nos domina tras el volante.

¿Cruces de cortesía?

Los únicos que conozco que funcionan hasta ahora, y de manera absolutamente voluntaria, son los cruces con un caballero en la entrada de un metro y él se retira un paso para atrás para cederte el acceso....

¿Hacen falta? Sí
¿Servirán para educar a los conductores? Sí
¿Serán herramienta para meter al carril a microbuseros? mmm, no lo sé
¿Hay policías para aguantar la medida al menos tres meses? lo dudo

Yo apoyo la medida, creo que todo lo que reglamente la civilidad es válido.

Pero también creo, en nuestra defensa, que no somos tan salvajes como nos evalúan. En el primer día de aplicación de la norma se dedicaron 500 policías a "cazar" a quienes nos quedáramos estorbando a la mitad de la avenida. Para las 5 de la tarde ya habían levantado 170 multas, es decir, 0.3 multas por policía.

Los policías asignados seguramente se daban de topes, seguro sacan más extorsionando a quienes se estacionan en lugar prohibido o en doble fila, porque valga decir que la falta de estacionamiento es un problema real, mucho más grave, y menos atendido.

Yo le pregunto: en horario pico, 8 de la mañana, ¿cuántas veces queda usted invadiendo el paso peatonal o bloqueando un cruce porque la luz verde le tomó por sorpresa a la mitad del camino, porque hace tres minutos que el tráfico no avanza?

A mí me sucede cuando menos una vez en el trayecto a mi oficina. He optado por llegar a un crucero de tráfico denso y detenerme. Cruzo hasta que hay un hueco para mí en el carril de enfrente.

Y cheque usted, para el anecdotario. El cruce de Miguel Ángel de Quevedo y División del Norte, donde empieza justo el trayecto de los ecotrolebuses, se ha vuelto tan complicado que la propia autoridad reconoce que es imposible tanta cortesía, por eso, el círculo rojo abarca sólo una cuarta parte del cruce!!

No faltará que al conductor que viene detrás no se le da la gana andar de caballeroso, y se pegue al cláxon para hacerme saber que desde su punto de vista, soy una imbécil por no caminar, pero siendo justos, cada vez son menos esos amantes del cláxon. Y siendo equilibrados, la verdad son más desesperadas las mujeres que los hombres... y más agresivas.

Afuera del círculo que estamos trabajando...

La medida es buena, pero se necesitará consistencia para aplicarla. ¿Cuánto tiempo podrán destinar 500 policías diarios para entrar en el círculo rojo? Sí se necesita consistencia para que ésta no se convierta en letra muerta

Recuerdo otras medidas que acabaron funcionando bien:

  • Prohibir estacionarse en Insurgentes. Por días las grúas recorrían la avenida más larga de la ciudad en busca de incautos.
  • Cruces peatonales a la mitad de un semáforo y otro de Reforma. No es que los autos vean la línea peatonal y se paren en automático, pero sí he visto que si hay personas esperando a cruzar, los autos se detienen al iniciar la línea peatonal y respetan.
  • Cambios de sentido por horario. Aún tengo la curiosidad de estar en un eje vial cuando es la hora de cambiarle el sentido de circulación, pero la gente lo conoce y lo respeta, un poco porque es la regla y otro por sobrevivencia pero funciona.
  • Respeto al carril de contraflujo. Costó tiempo y dinero, vimos todo un catálogo de topes, unos más resistentes, otros más altos, con tal de obligar al conductor a no invadir ese carril.
  • Respetar lugares prohibidos de estacionamiento. No sé a qué le tememos más, si a la grúa o al inmovilizador, pero en cualquier caso le tememos y buscamos no violar espacios prohibidos.
  • Verificación vehicular. Son 300 pesos por las buenas u 800 por las malas. Qué mejor argumento ¿no? Alguien decía que a estas alturas es más fácil que se te olvide la fecha del cumpleaños de tu hijo que tu fecha de verificación.
De acuerdo a lo estipula el Reglamento de Tránsito Metropolitano en su Artículo 8, en caso de no respetar esta condición, serán acreedores de esta sanción de 10 días de salario mínimo vigente, esto es 575 pesos.

Aunque sea por eso, manténgase fuera del círculo rojo

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