En esta ciudad llena de obras viales por todos lados, uno empieza a desarrollar diversas fobias. Una, seguramente, es la fobia al semáforo que no funciona. Es peor que ponerlo en amarillo, es un aviso contundente de que viene una vialidad cerrada total o parcialmente y en la siguiente esquina un tráfico de muerte.
Otra es la fobia a los microbuseros que sacan su pequeña manita del vidrio que tienen a su izquierda. Malo, se van a meter porque adelante, seguramente, hay una desviación y los choferes están "agandallando" el paso.
Pero la peor es la fobia a los conos naranjas del tamaño de un tambo de basura que hay por todas partes... A mí ya me ponen los nervios de punta.
Ya sé todo... los policías los recogen en la sede donde están, se guardan como seis en la cajuela de una patrulla que irá abierta, porque claro que no cierra, hasta colocarlos en el crucero de preferencia.
Una vez ahí tienen varios usos:
a. cerrar la calle
b. cerrar un carril
c. desviar el tráfico
d. limitar el acceso
e. bloquear el paso
f. MOLESTAR
Ayer, circulando por Eje Central los conos estaban colocados en cruce siguiente al Eje 8 Sur, cerrado por obras, de esta manera: Uno entre el carril 1 y 2, otro entre el carril 2 y 3 y otro entre el carril 4 y 5....
He consultado mi horóscopo, el oráculo, a los filósofos griegos, los sociólogos españoles y los policías de crucero y nadie sabe decir a qué corresponde semejante distribución excepto en ver quién, distraído, frena de repente y causa un accidente.
¿Me puede usted ayudar? ¿Cuál es su teoría?