Ahora que en verdad no hay tráfico, que andar por la ciudad es una delicia, estoy redescubriendo cosas increíbles:
Las jacarandas. Esos manchones color lila que invaden el paisaje del DF en primavera. Pero si no quieres voltear hacia arriba, checa el piso. No sólo llenan de flor los árboles, sino que arman alfombras moradas justo donde están colocadas.
Los policías. Ahora que el tráfico ha bajado, hasta se ofrecen de guías de turistas, traen mejor actitud y tienen toda la disposición de ayudar. Vaya, me tocó ver uno que estaba sonriendo!! Y curioso, ninguno ni comiendo torta en la esquina, ni jetón en su patrulla
Los amigos. Y claro, como sobra tiempo, hasta me he dado el gusto de ir a visitar a los amigos que viven tan lejos que sólo los visitamos en Navidad. Una amiga que hace años emigró en Cancún decidió esta semana venir acá de vacaciones que soportar a los chilangos en su tierra!!!
Los chilangos. Qué tal, reaparecimos, nos saludamos, dejamos el paso a los peatones, no agandallamos lugares de estacionamiento, vaya, hasta nos ofrecemos a ayudar a cruzar a una ancianita! Cómo se ve que la presión de la vida diaria nos quita lo mejor de nosotros: el buen talante
El cartero. Llegué tan rápido a casa que me topé con el cartero que entrega la correspondencia en la zona donde vivo... ¡no lo conocía! De todos modos sigo insistiendo: qué horrible color el del uniforme del Servicio Postal
Movimiento social espontáneo. Un sujeto corría sobre División del Norte a 90 Km por hora, calle vacía, 8 de la mañana. Le tocó el alto de repente y tuvo que amarrar. Los frenos rechinaron como cochino en matadero y de inmediato, una chifladera de los chavos que estan en el crucero vendiendo. "Irresponsable", le gritaron.... jaja, en un martes cualquiera se hubiera perdido entre tanto automovilista estresado, a nadie le hubiera extrañado esa actitud de 007 a lo chilango
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