martes, 2 de marzo de 2010

Soñemos...


Se cierra el plazo en la Asamblea Legislativa para modificar o en su caso ratificar la Ley de Participación Ciudadana. En palabras llanas y simples -como debería ser la vida, en realidad- esto quiere decir que están por dar punto final a la ley que garantizaría y regularía nuestra voz como ciudadanos, para convertirla en acción.

Es lo que todos hemos pedido no? ser escuchados, que las autoridades nos atiendan... es, así dicho, como un sueño hecho realidad.

Pero no perdamos de vista que como todo lo bello, tiene su lado malo. Estas figuras de representación vecinal han servido, primero al PRI y luego al PRD, como base social en las elecciones. La ley que está por aprobarse parece responder más a esta característica dado la estructura que propone.

Vea si no, la ley plantea elecciones vecinales el próximo mes de agosto, pero no busca seleccionar líderes de colonia, sino de territorios establecidos más bien con un entendimiento electoral que práctico. Luego, puede que su representante vecinal sea de la colonia de enfrente, que para efectos de trámites delegacionales, obras públicas, eso, querido vecino, hace toda la diferencia.

No tiene sentido.

Ayúdeme por favor a armar el modelo ideal. Yo lo veo más o menos así (como es ideal, es bastante irreal, de acuerdo?).

1. Los funcionarios fueron elegidos por nosotros, por nuestro valiosísimo voto, por tanto, deben atender nuestras necesidades (ya me captó lo irreal que es, ¿verdad?)

2. Entrados en sus respectivas chambas, pierdien objetividad sobre lo que debe atenderse en su comunidad, porque atienden mundos más elevados

3. Debe haber una figura vecinal que los mantenga con los pies pegados al suelo, que les lleve la voz de los ciudadanos (estos somos nosotros) y que les de claridad sobre prioridades y problemas para atender.

4. Nosotros los vecinos, que somos bien participativos (sip, así es, seguimos en la irrealidad), votamos en las elecciones vecinales para decidir quién es nuestro representante por colonia. Tengo claro que por manzana es un absurdo.

5. Como nuestra vida es tan mixta y compleja, en esa organización no sólo estamos los que vivimos ahí, sino los que trabajan, empleados, dueños, comerciantes, oficinistas, todo el que realice una tarea legal en la zona, porque todos resultan directamente afectados.

6. Luego entonces yo participaré en la elección del jefe de mi colonia (donde vivo) y de la colonia donde trabajo, porque me asumo como un ciudadano responsable.

7. El vecino elegido, junto con otros jefes de colonia, sesionan cada 15 días para discutir problemas y prioridades en zonas específicas. No la delegación entera, porque no coinciden los problemas, no es lo mismo Polanco que la Bondojito, verdad? Esta división zonal ya la estableció el delegado previamente porque él sabe.... (sip, es lo ideal)

8. Una vez al mes los representantes zonales, que se rotarán a como elijan los jefes de colonia, se reúnen con el delegado para enterarlo qué se ha hecho, denunciarle casos de corrupción, pedirle nuevas cosas, o facilitar trámites o demás

9. Cada inicio de sesiones en la Asamblea Legislativa, los diputados electos (sip, por nuestro voto) se reúnen con los representantes de la zona que representan y se enteran qué tanto está progresando el plan de participación (participación ciudadana, reacción de las autoridades)

10. Esta máquina de participación, tan bien engrasada, va mostrando resultados en el primer trimestre, y a las siguientes elecciones vecinales (yo diría cada tres años) la participación aumenta y nosotros nos volvemos ciudadanos ejemplares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario