Hoy es Día Mundial del Medio Ambiente, México fue la sede por sus esfuerzos en favor de la ecología, el presidente Calderón encabezó el evento e incluso premió al cantante Emanuel por su labor desde su ONG.
Y me asomo por la ventana de mi casa -que es la tuya...-, y lo único que alcanzo a ver son pendones de plástico con cualquier cantidad de candidatos, de todos los colores y sabores.
En la mañana recbí tres volantes para conocer y apoyar a candidatos, en papel couché, a cuatro tintas, y hace dos días me topé con una camioneta que a su paso aventaba humo negro y subía el volumen a dos bocinas trepadas en el techo que promovían a otro candidato más.
Y no es cosa de un solo partido, me ha tocado con todos, el PRI, el PAN y el PRD, Nueva Alianza y el Partido Verde.
¿Qué pasa? ¿No vale la pena? ¿El ambiente sigue siendo la segunda agenda, el discurso lejano?
¿Cómo podemos esperar entonces una ley verdadera para el reciclado de basura y manejo de bolsas de plástico? ¿Cómo la defensa de los manglares y las zonas desérticas del norte? ¿Cómo el control de ruido y la emisión de gases?
Hay un gran debate sobre la promoción del voto en blanco, el llamado a cumplir el deber cívico de votar pero invalidarlo, y verá usted en los próximos días campañas de los partidos y del IFE explicándole por qué sí debe votar.
Por favor, cuando finalmente, justo en un mes, acuda usted a elegir a sus delegados, alcaldes y diputados, considere en qué se están comprometiendo con el ambiente.
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