lunes, 17 de agosto de 2009

¿Qué hacemos con las barrancas?

Debe ser un asunto como de querer ver para arriba siempre, porque para abajo como que no es lo mismo. Entonces nos preocupamos mucho por mantener reforestadas las montañas, nos alarman las invasiones en el Ajusco y el crecimiento de la mancha urbana en el Cerro de la Estrella, contra lo que tampoco, francamente, se hace mucho. Pero nunca vemos para abajo.

¿Qué pasa con las barrancas?

Alvaro Obregón es una de las delegaciones que más padecen el problema. En realidad son áreas verdes, deberían ser captadores naturales de agua de lluvia y pulmones de la ciudad, pero se convierten en grandes basureros de los vecinos cercanos, las obras de construcción o los grandes corporativos.

Es un problema añejo, cada vez más grande y no exclusivo de la ciudad. La zona conurbada también lo padece, Huixquiulcan por ejemplo. Según cálculos de las autoridades del GDF, las 74 barrancas que existen en la ciudad presentan problemas como invasiones, descargas residuales, basura y deforestación.

El director de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento del gobierno del DF, Antonio Gutiérrez, señaló que la parte alta de Santa Fe vierte sus aguas residuales hacia las barrancas.

El asunto es que el tema ya llegó a las autoridades y ya se tomó el primer gran paso al respecto: destinar dinero. La Comisión Nacional de Agua consiguió la aprobación en el Congreso de un fondo de 100 millones de pesos para financiar proyectos de rescate.

¿Cuál es el problema? Lo de siempre, todos patalean por dinero y cuando lo tienen, no saben bien a bien cómo ocuparlo. La propia CINA ha reportado que sólo cinco de las 16 delegaciones presentaron planes “incompletos” de rescate de sus barrancas.

El plazo para destinar los recursos vence en agosto, de lo contrario serán devueltos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sin ser utilizados. Estamos hablando, pues, de 10 días cuando menos, supongamos 40 contando tooodo agosto.

Esto ya lo vivimos, cuando Cuauhtémoc Cárdenas, entonces jefe de Gobierno, tenía un crédito abierto de Japón para plantas de agua y no lo ejerció. Tendríamos seguramente más agua potable de la cual disponer.

Hay que ejercer ese dinero, se necesita, pero se necesita utilizarlo bien.

Hay grandes proyectos ecológicos que se han utilziado en otros países que no implican reservas ecológicas que nadie tiene, sino proyectos de rescate que involucran a la comunidad, a los empresarios, y que resultan sustentables.

Desde Barrio pedimos a los nuevos delegados transpartentar estos proyectos, es muy importante que sepamos cómo y en qué se va a aplicar el dinero, es indispensable incluir a la comunidad, para sensibilizar en el rescate de zonas verdes y es recomendable involucrar a escuelas y universidades, que los jóvenes y niños tienen mucho más conciencia ecológica, diría yo, pese a nosotros los adultos.

Señores delegados, ¿dónde apuntamos ideas? ¿A quién le preguntamos dudas? ¿Cómo van a rescatar nuestras barrancas?

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